viernes, 2 de junio de 2017

Apuntes para la 5ª Sesión Historia antigua de México con la cultura teotihuacana con el tema: “La identificación de especies malacológicas y ornamentos de conchas y caracoles en la pintura mural teotihuacana”; y la segunda conferencia fue “Estudio taxonómico, tipológico y tecnológico de los ornamentos de concha de Teotihuacan. La producción de las indumentarias ceremoniales del Templo de la Serpiente Emplumada”



El Lunes 22 de Mayo del 2017, en las instalaciones de la Catedral de San José, se presentó la arqueóloga  Clara Paz Bautista, para presentarnos dos conferencias dentro del ciclo de conferencias que se vienen realizando sobre La Historia Antigua de Mexico, en coordinación con el arqueólogo Luis M. Gamboa, del INAH; la Lic., Roció Tirado Bañuelos, titular de Turismo municipal de Tula; y el Lic. Ulises Arellano Miranda, subdirector de Cultura de Tula de Allende, Hidalgo.

La primera conferencia “La identificación de especies malacológicas y ornamentos de conchas y caracoles en la pintura mural teotihuacana”, trato sobre aspectos relacionados con la tecnología en la transformación de los materiales de malacológicos. La arqueóloga nos mencionó que para los análisis tipológico hay trabajos, realizados por Lourdes Suárez -Tipología de los objetos prehispánicos de concha (1981 y 2002)[1] y Adrián Velázquez -Tipología de los objetos de concha del Templo Mayor de Tenochtitlan (1999)[2]
La hipótesis que se propone en relación a la producción malacológica, es que Teotihuacan tuvo la centralización de las materias primas, así como el control de la esfera de circulación de estos bienes de lujo y de prestigio. Por lo que, el avance tecnológico en las transformaciones en los ejemplares malacológicos, han llevado hacer trabajos de arqueología experimental para comprender mejor, cuáles fueron las  técnicas que se aplicaron y que se pueden comparar con las huellas de manufactura en trabajos modernos.  

La arqueóloga Clara Paz, nos mencionó que para comprender que técnicas prehispánicas se  llegaron aplicar en algunos materiales malacológicos arqueológicos como los provenientes en El complejo entierro-ofrenda del Templo de la Serpiente Emplumada, que constituyó una ofrenda constructiva de sacrificados que fue dedicada a la fundación del edificio[3]. El complejo entierro-ofrenda, consiste de enterramientos que se realizaron dentro de fosas excavadas en el tepetate, en las que se depositaron uno o varios individuos con posición anatómica, edad, sexo y distribución similar entre ellos. 

El material de estudio por parte de la arqueóloga Clara Paz,  correspondió de los maxilares asociados a estos entierros- ofrendas, que son representaciones arcadas que representan dientes de humanos o de cánidos distribuidos en el  orden bucal (molares, premolares, dientes caninos y dientes incisivos). Se tuvo que hacer experimentación para reproducir y comparar el resultado usando especies Spondylus calcifer y Chama echinata.

En la segunda conferencia fue “Estudio taxonómico, tipológico y tecnológico de los ornamentos de concha de Teotihuacan. La producción de las indumentarias ceremoniales del Templo de la Serpiente Emplumada”, donde se hizo mencionó de que las representaciones de las arcadas correspondían con una parte de indumentaria que portaban los sacrificados que se descubrieron en el interior del Templo de Quetzalcóatl. En palabras de la arqueóloga: “Las vestimentas fueron manufacturadas en su mayoría con valvas de Spondylus princeps y caracoles de la especie Turbinella angulata. Hay otras especies presentes como Chama echinata, Spondylus calcifer, Scutellastra mexicana y Oliva sp., así como la utilización de otros materiales como el travertino, el estuco, el barro cocido y reutilizado posiblemente la madera como base para maxilares o empleado como materia prima[4].

El problema con los estudios malacológicos de Teotihuacan, es que no se ha descubierto un taller destinado a la producción, control y distribución estatal, por lo que algunos arqueológicos han compartido que es probable que la producción malacológica se relaciona con otros materiales que se trabajaban de forma artesanal como seria la piedra verde, hueso, mica, lítica tallada, entre otros.  En la Ventilla, el Frente Tres, intervenido en 1992-94 por el arqueólogo Sergio Gómez y con análisis posteriores por Julie Gazzola (2009 y 2011), se logró recuperar este tipo de evidencias en diversos espacios de un conjunto habitacional teotihuacano[5].  

La arqueóloga Clara Paz, en su tesis de licenciatura, hace mención que: “Los ornamentos de concha hallados en Teotihuacan, no sólo funcionaron como artículos suntuarios usados exclusivamente como marcadores de los niveles jerárquicos más elevados, sino que preservaron las connotaciones simbólicas de la cosmovisión religiosa, que había empezado a desarrollarse desde el Preclásico. Por lo tanto, el significado otorgado por religiosos, políticos y la población en general, fue compartido entre todos los estatus sociales, lo cual contribuyó, para sustentar la estructura ideológica del gobierno[6].

Por lo tanto, podemos concluir que los materiales malacológicos se pueden considerar bienes de prestigio y son indicadores de estatus social. Son escasos y su circulación es restringida, solo grupos importantes pueden portarlo por su simbolismo e importancia en la cosmovisión teotihuacana.  Hay representaciones malacológicas en diversas expresiones como la pintura, escultura, cerámica y arquitectura que nos lleva a pensar en su valor intrínseco dentro de un sector de la población teotihuacana.

Se puede apreciar que en estos momentos los estudios tradicionales de análisis tipológico y de identificación taxonómica, se están complementando con el estudio de las huellas de manufactura y la reproducción experimental de objetos, que permiten determinar las manufacturas de algunos ornamentos que se producción por diestros artesanos que gastaban horas-trabajo.  La identificación de las huellas de manufactura en objetos manufacturados por arqueología experimental, nos permite inferir las técnicas que se aplicaron en determinados objetos arqueológicos[7]. El propósito de estas propuestas, es que ahora se puede inferir los procesos técnicos que en arqueología se les llama cadenas de operación, que consiste en una serie de pasos que se siguen desde que el material está intacto hasta que el objeto se encuentra totalmente terminado[8].  Por eso es importante continuar con este tipo de estudios para inferir los  procesos tecnológicos que se aplicaron en época prehispánica sobre los objetos malacológicos.


[1] Suárez Díez, Lourdes (1981) Técnicas prehispánicas en los objetos de concha. Colección científica 14 serie Arqueología. INAH, México; (2002) Tipología de los objetos prehispánicos de concha
CONACULTA, INAH. México.
[2] Velázquez Castro, Adrián (1999) Tipología de los objetos de concha del Templo Mayor de Tenochtitlan. Serie Historia, Colección Científica 392. INAH. México D.F.
[3] López Austin, Alfredo, Leonardo López Luján y Saburo Sugiyama (1991) “El Templo de Quetzalcoatl en Teotihuacan, su posible significado ideológico”, en Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas, vol. 62, pp 35-52 UNAM, México.
[4] Paz Bautista, Clara  (2014) Estudio de los Ornamentos de Concha del Templo de Quetzalcoatl de Teotihuacan: La Producción de las Indumentarias Ceremoniales Teotihuacanas. Tesis de Licenciatura. Escuela Nacional de Antropologia e Historia. Mexico.144
[5] Gómez Chávez Sergio y Julie Gazzola. (2009) “Los barrios foráneos de Teotihuacan”. En Teotihuacan. Ciudad de los Dioses. CONACULTA-INAH. Fundación Cultural Televisa. Pp. 71-77; Gómez Chávez, Sergio y Julie Gazzola (2011) “La producción lapidaria y malacológica en la mítica Tollan-Teotihuacan. En Producción artesanal especializada en Mesoamérica: Áreas de actividad y procesos productivos, Linda R. Manzanilla y Kenneth G. Hirth eds. INAH-UNAM-IIA, pp 87-130 Mexico.
[6] Op Cit Paz Bautista, Clara  2014: 178
[7] Velázquez Castro, Adrián  (2005) Actualidades arqueológicas pasado y presente. Arqueología experimental. “La investigación de la tecnología de elaboración de los objetos de concha a través de la arqueología experimental”. Revista, Año 0, Dic/2005-Mar/2007. No 3. pp. 3-12 Edición grupo Arqueofilos, IIA-UNAM. México, D.F.
[8] Velázquez Castro, Adrián, Emiliano Melgar Tísoc y Anne Marie Hocquenghem.  (2006) “Análisis de las huellas de manufactura del material malacológico de Tumbes, Perú”. Boletín del Instituto Francés de Estudios Andinos IFEA. 2006, 35 (1) 21-35.

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