lunes, 3 de febrero de 2020

A 81 años del nacimiento del INAH


El INAH, estos tres febreros cumple 81 años de proteger, investigar, conservar y difundir nuestro patrimonio cultural arqueológico, histórico y paleontológico del país mexicano.  Como un antecedente ya desde 1915, el arqueólogo Manuel Gamio, como representante de México en el Segundo Congreso Panamericano, celebrado en Washington, propuso que cada país de América Latina debía crear un instituto de antropología enfocado al estudio científico de los problemas de la población y las medidas prácticas para resolverlos. El arqueólogo dejo algunas ideas publicadas en su obra “Forjando Patria”. 

 Es hasta el descubrimiento de la tumba de Alfonso Caso Andrade, la numero 7 de Monte Alban, en Oaxaca, por ahí de 1932, que se consideró que el patrimonio cultural arqueológico ofrece hallazgos espectaculares para la riqueza histórica de los mexicanos. La noticia de este descubrimiento se dio a conocer en todo el país a través de los sistemas de difusión existentes como la radio, televisión y periódicos.


El esfuerzo para crear un instituto para salvaguardar el patrimonio cultural arqueológico e histórico fue propuesto por Alfonso Caso al presidente Lázaro Cárdenas, quien lo formulo como aceptable a través de un decreto publicado el 3 de febrero de 1939, donde surge el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). El surgimiento de este decreto favoreció la consolidación de las disciplinas antropológicas en beneficio del conocimiento pretérito y modernos.

En sus inicios el INAH se creó con personalidad jurídica y patrimonio propios, dependiente de la Secretaría de Educación Pública (SEP). Se le entrego al INAH para su administración y vigilancia tres inmuebles:  Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnografía, en la calle Moneda; el Ex Convento de La Merced; y el Castillo de Chapultepec, que dejó de ser residencia presidencial para transformarse en 1944 en Museo Nacional de Historia.

Los monumentos artísticos, arqueológicos e históricos pertenecientes al antiguo Departamento de Monumentos de la SEP, así como las colecciones, muebles y accesorios que albergaban también fueron otorgados al INAH; determinando también que los monumentos y sitios que se descubrieran en las exploraciones futuras y los que adquiera la institución por legado, herencia, donación o cualquier otro, todos con carácter de nacionales estarían a cargo también del INAH. Alfonso Caso Andrade, estuvo al frente de la institución hasta 1947.

El INAH continua con este legado de proteger, investigar, conservar y difundir nuestro patrimonio cultural arqueológico, histórico y paleontológico del país mexicano.  Por eso, desde 1939, el INAH ha participado en el estudio, registro, conservación y difusión de nuestro pasado, y en la preservación de la memoria del país y se ha consolidado como un centro de investigación y educación superior mediante sus cuatro escuelas de prestigio internacional: la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH);  la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía “Manuel del Castillo Negrete” (ENCRyM); la Escuela de Antropología e Historia del Norte de México (EAHNM); y la Escuela de Conservación y Restauración de Occidente (ECRO).

Hoy el INAH, continua con su trabajo con una red de 160 museos, 191 zonas arqueológicas y, en 2018, la primera zona paleontológica del país en Rincón Colorado, Chihuahua, abiertas al público; además es depositario de bibliotecas, archivos, fototecas, osteotecas y ceramotecas. El trabajo diario para conocer y poner en valor el patrimonio cultural de México cuenta con reconocimiento internacional a través de 35 inscripciones en la Lista de Patrimonio Mundial, y nueve elementos en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, ambas de la UNESCO.

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