sábado, 2 de agosto de 2014

Los órganos: historia, leyendas y paisajes

Al finalizar el cañón de las adjuntas, entre el poblado de Macua y San Miguel de las Piedras, se encuentra,  unas formaciones rocosas de más de 4 metros de altura que son conocidos como los órganos. 

Para poder llegar a este lugar, se puede acceder por la comunidad de Santa María Macuá que está ubicada al Noroeste de Tula de Allende Hgo., rumbo a la carretera de Michimaloya-Macuá; la otra es desde la cabecera de Tula de Allende a través del Boulevard Tula-Iturbe, dirigiéndose hacia Michimaloya y de ahí a San Miguel de las Piedras. El trayecto es un poco pesado por el tipo de vehículo que se use, pero es agradable y esplendoroso por sus paisajes. 
 
El lugar es muy interesante por tres aspectos.

·  El primero porque fue un sendero de cazadores recolectores que desde la prehistoria dejaron  evidencias de manifestaciones rupestres y posteriormente hay asentamientos prehispánicos que indican la importancia que tuvo el lugar antes de la llegada de los españoles.

· El segundo es porque hay formaciones troncocónicas que sobre salen en el terreno, formadas a través del tiempo por la erosión eólica e hídrica que afectaron la superficie, en donde predomina escasamente la vegetación consistente en arboles de mezquite, el pirúl y el huizache; además de plantas como nopal, maguey, órgano, biznaga, y nopalillo. Las formaciones tienen una composición riolíticas y andesitica pertenecientes al Plioceno (5 332 000 años y termino hace 2 588 000 años).

· El tercero es por su perspectiva paisajista, es semidesértico con un oasis natural donde hay manantiales, que se forman con escurrideros del arrollo proveniente de la cañada Las Adjuntas. Hoy es un atractivo turístico en semana santa, en donde el agua se ha canalizado para regadío a lo largo del arrollo que con otros escurrideros forman el río de San Miguel de Las Piedras.  Las aguas terminan vertidas en la presa Endho, en donde se mezclan con aguas negras.

Desde época prehispánica esta región fue usada como zona de cacería, de ahí que las manifestaciones rupestres se relacionan con diversas especies propias del área como mamíferos que pueden representar zorros, venados, liebres, berrendo, lagartijas, entre otros. Una particularidad mas que tiene el lugar es la presencia de obsidiana en forma de nódulos no mayor al tamaño de una canica, que era usada por los grupos cazadores recolectores que pasaban por el lugar. En superficie se puede apreciar desechos de talla que indican el lasqueo para el tallado de puntas de proyectil y raspadores.  Debido  a la mala calidad de la obsidiana, esta no era explotada de forma intensiva en el pasado.

En relación a la formación de los órganos, desde lo lejos se asemeja a una peregrinación. Así es como ha nacido una leyenda donde un grupo de peregrinos pasaban por el lugar en busca de un santuario donde se había aparecido la virgen de Guadalupe; la procesión debido a que llevaban varios días caminando, decidieron descansar. 

En el cañón  de las Adjuntas se pararon, recibiendo un castigo donde se petrificaron, por no cumplir su manda. Esas formaciones que se levantan son los peregrinos, cuyos nombres ya se olvidaron. No así, la población que todavía rinde culto a la virgen de Guadalupe en Santa Maria Macuá. 

Esas formaciones en algún momento también fueron usadas para corrales, ya que hay agujeros que indican las areas que intervinieron para colocar cercos de maderos.

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