martes, 9 de mayo de 2017

Apuntes para la 1ª Sesión Historia antigua de México: La cultura teotihuacana



El 17 de abril, inicio de la primera sesión sobre el ciclo de conferencias relacionadas con Historia antigua de México: La cultura teotihuacana, que se llevan a cabo en la Catedral de San José, Tula de Allende, Hidalgo. En  representación del presidente municipal de Tula Gadoth Tapia Benítez, la titular de Turismo municipal, Roció Tirado Bañuelos y el subdirector de Cultura de Tula, Ulises Arellano Miranda.
 
El por qué Teotihuacán, estando en la ciudad arqueológica de Tula. Se debe por el conocimiento con el que se cuenta actualmente con los estudios arqueológicos que se han desarrollado en este sitio de Teotihuacán y como hay algunos elementos que perduraron a través del tiempo, los cuales fueron reproducidos por los toltecas a través de la cultura material, arquitectónica o escultórica.  Debido a esta situación la primera sesión solo se enfocó al marco geográfico y cultural en donde se desarrolló la cultura teotihuacana. 

Teotihuacán (Teōtihuācan) es una palabra náhuatl que se refiere a tēo- 'dios', -tiā (causativo), -hua (voz pasiva) y -cān 'lugar (en el que transcurre una acción)'[1], sea traducido tradicionalmente como el  “lugar de los dioses”, ‘‘lugar donde los hombres se convierten en dioses” o ‘lugar donde se hicieron los dioses ’[2]. El topónimo es náhuatl,  empleado por los mexicas para identificar a esta ciudad después de su abandono, como un lugar de prácticas para justificar su cosmovisión en relación a la creación del quinto sol.
Desde un marco geográfico, El valle de Teotihuacán, se localiza en la porción centro–oriental del Cinturón Volcánico Transmexicano dentro de la cuenca de México. Desde la ciudad de México se encuentra al noreste a una distancia de 40 km.  Su altitud oscila entre 2250 y 3060 msnm. 

La orografía afecta a la precipitación, lo que da lugar a climas que varían de semisecos a subhúmedos, registrándose una precipitación anual de 563.3 mm y una temperatura media anual de 14.9 °C[3]. La precipitación media es de 500-600 mm anuales[4]. En un estudio realizado por Castilla y Tejero (1983), propone que el clima de Teotihuacán varía en función de la altitud, de manera que las partes más elevadas, como son en el cerro Gordo, la precipitación anual es de 800 mm con una temperatura media anual de 12 °C, como consecuencia de la sombra parcial y la dirección de los vientos, sobre todo en la ladera norte[5].

Geomorfológicamente, se caracteriza por presentar una altiplanicie escalonada y presencia de volcanes aislados[6]. Las rocas más antiguas en la región son andesitas y dacitas del Plioceno temprano y basaltos del Plioceno tardío, que afloran en el cerro Patlachique[7] y el cerro Gordo[8]. Los suelos son de tipo Fluvisol, Feozem, Cambisol, Leptosol y Vertisol[9].
Los estudios paleoambientales mediante diversas técnicas[10] y de los estudios geoarqueológicos[11] realizados han demostrado que durante la época prehispánica las condiciones ambientales eran secas y frías, con períodos húmedos que se alternaron a lo largo del tiempo. Los estudios también han demostrado que en el Valle de Teotihuacán había unos extensos bosques de pinos que rodeaban la ciudad, pero con la transformación del entorno natural por el surgimiento de una ciudad planificada[12].  El impacto ecológico en el pasado llevo a una investigación integral, donde varios especialistas comenzaron a estudiar la distribución de asentamientos en diferentes periodos (Formativo, Clásico y Post-clásico) y su dinámica en la degradación ambiental[13]. El estudio implico la toma de muestras de dos tipos de registro: el primero ubicado las secuencias edafo-aluviales en el fondo del valle (Río San Pablo y el Tular); y segundo la toma de muestras en perfiles de suelos y edafo-sedimentos asociados con ocupaciones prehispánicas (superficies de ocupación Azteca en Cerro San Lucas y rellenos de la pirámide de la Luna). Se ha concluido que la aplicación de técnicas paleopedológicas asociadas con estudios geológicos contribuye al entendimiento de la degradación ambiental en los geosistemas naturales como consecuencia de las actividades humanas[14].

Se considera que actualmente, la ocupación humana, continúa modificado de manera notable el territorio ocupado por extensas nopaleras y otros tipos de cactáceas. Un ejemplo es la presencia constante del árbol pirul, que es alóctono procedente del área andina[15].


[1] Reed, Alma. El remoto pasado de México.
[2] Moragas Segura, Natalia y Alejandro Sarabia. (2007). «Teotihuacán». Arqueoweb, 8(2) s/f. Madrid:  Universidad Complutense de Madrid.
[3] García, E., 1968, Clima Actual de Teotihuacán: Materiales para Arqueología de Teotihuacán: INAH, México, 9–28.
[4] Mooser, F., 1968: «Geología, naturaleza y desarrollo del Valle de Teotihuacan», en J.L. Lorenzo (ed.), Materiales para la arqueología de Teotihuacan, Serie investigaciones 17, INAH, México, pp. 29-37.
[5] Castilla, M.E., Tejero, J.D., 1983, Estudio florístico del cerro Gordo (próximo a San Juan Teotihuacán) y regiones aledañas: Cd. de México, Escuela Nacional de Estudios Profesionales Iztacala, Universidad Nacional Autónoma de México, tesis de licenciatura, 128 p.  
[6] Lugo Hubp, J., 1984, Geomorfología del Sur de la Cuenca de México: Cd. de México, Instituto de Geografía, Universidad Nacional Autónoma de México, 95 p.  
[7] Vázquez–Sánchez, E., Jaimes–Palomera, R., 1989, Geología de la cuenca de México: Geofísica Internacional, 28, 133–189.
[8] García–Palomo, A., Macías, J.L., Tolson, G., Valdez G., Mora J.C., 2002, Volcanic stratigraphy and geological evolution of the Apan region, east–central sector of the Trans–Mexican Volcanic Belt: Geofísica Internacional, 41, 133–150.
[9] Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), 1999, Carta Edafológica Texcoco E14B21, 1:50000: Ciudad de México, Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, 1 mapa.   
[10] Cabadas–Báez, H.V, 2004, Paleosuelos como indicadores de cambio ambiental en el Cuaternario superior: El caso del valle de Teotihuacán: Cd. de México, Facultad de Ingeniería, Universidad Nacional Autónoma de México, tesis de licenciatura, 167 p.; Gama–Castro, J., McClung de Tapia, E., Solleiro–Rebolledo, E., Ibarra, E., Sedov, S., Jasso–Castañeda, C., Vallejo–Gómez, E., Pi–Puig, T., Cabadas–Báez, H., 2005a, Incorporation of ethnopedological knowledge in the study of soils in the Teotihuacan valley, Mexico: Eurasian Soil Science, 38, 95–98.
[11] McClung de Tapia, E., Solleiro–Rebolledo, E., Gama–Castro, J., Villalpando, J.L., Sedov, S, 2003, Paleosols in the Teotihuacan valley, Mexico: Evidence for paleoenvironment and human impact: Revista Mexicana de Ciencias Geológicas 20, 270–282;  McClung de Tapia, E., Dominguez–Rubio, I., Gama–Castro, J., Solleiro–Rebolledo, E., Sedov, S., 2005, Radiocarbon dates from soil profiles in the Teotihuacan valley, Mexico: Indicators of Geomorphological Processes: Radiocarbon, 47, 159–175.
[12] Rivera–Uria, Y., 2008, Impacto del desarrollo cultural prehispánico en la cubierta edáfica del valle de Teotihuacán: Cd. de México, Instituto de Geología, Universidad Nacional Autónoma de México, tesis de maestría, 124 p.
[13] Solleiro–Rebolledo, E., Sedov, S., McClung de Tapia, E., Cabadas–Báez, H., Gama–Castro, J., Vallejo–Gómez, E., 2006, Spatial variability of environment change in the Teotihuacan Valley during the Late Quaternary: Paleopedological inferences: Quaternary International, 156/157, 13–31.
[14] Ma. Yazmín Rivera-Uria, Sergey Sedov, Elizabeth Solleiro-Rebolledo,*, Julia Pérez-Pérez, Emily McClung, Alfredo González, Jorge Gama-Castro 2007 Degradación ambiental en el valle Teotihuacan: evidencias geológicas y paleopedológicas. Boletín De La Sociedad Geológica Mexicana. Tomo LIX, Núm:. 2, P. 203-217
[15] Mcclung, E., 1977: «Aspectos ecológicos del desarrollo y la decadencia de Teotihuacan»,
Los Procesos de cambio en Mesoamérica, XV Mesa Redonda de la SMA y la Universidad
de Guanajuato, Guanajuato, México, pp. 317-326.






No hay comentarios:

Publicar un comentario