El tema que se trato fue “La influencia de Teotihuacan en la Región
Sur de Mesoamérica”. Un tema que me hizo recordar mis clases con el gran
mayista Carlos Navarrete, quien al igual que otros se oponían al imperialismo teotihuacano. Hay en la actualidad una serie de datos que
buscan sustentar esta influencia, sin explicar cómo se originó, pero que es observable
por la cultura material y algunos rasgos que trascendieron a través del espacio
y el tiempo[1].
Davis Stuart, epigrafista
maya, nos hace mención de la influencia teotihuacana
en Tikal, señalando que: “Desde fechas muy tempranas, se pone de
manifiesto la presencia teotihuacana en las tierras bajas mayas. Los más
impresionantes ejemplos de esto fueron los monumentos tallados con retratos de
individuos "mexicanos" como, por ejemplo, la Estela 31 de Tikal,
sobre la que se talló la imagen de un guerrero vestido a la usanza
teotihuacana, que sostiene un escudo rectangular y un lanzadardos o
atlatl”[2]. El arqueólogo Neftalí,
nos refirió sobre esta citan y resalto como la Estela 32, es aún más
directamente teotihuacana en su estilo y fue hallada asimismo en la Acrópolis
Norte de Tikal, donde se muestra a un guerrero de las tierras altas con uno de
los tocados llamados "de borlas."
Hay una reconstrucción de
hechos que dice que en el año 378 d.C en el clásico temprano un grupo de
guerreros teotihuacanos comandados por Siyaj K´ak[3]
(nace el fuego) se presentó ante K´inich B´alam (jaguar de rostro solar)
gobernante de Wak ná ( el actual sitio arqueológico del Perú) como garante de
paz del rey de Teotihuacan[4].
Entre el rey y el caudillo pactaron invadir la ciudad de Tikal la cual cayo a
una semana de la llegada de los invasores[5].
¿No es esto una prueba del poderío teotihuacano en tierras mayas?. David Stuart
nos dice: “En las Estelas 5 y 22 de Uaxactún, los glifos de evento asociados
con la fecha 11 Eb son claramente hul-iy "él/ella/ello llegó". Por
lo tanto, en varios sitios se está documentando de la llegada de grupos
teotihuacanos que se relacionan con la
historia de las dinastías mayas que traen consigo diversos cambios políticos y
sociales. En Tikal, hay un marcador que presenta la fecha inicial en Cuenta
Larga, conocida como la "llegada" en 8.17.1.4.12, 11 Eb, 15 Mac e
identifica con claridad a Siyah K'ak' como protagonista[6].
David Stuart nos hace mención que: “De todos los
registros existentes de este acontecimiento, el que aparece en la Estela 31 de
Tikal es el más importante e informativo. La fecha 11 Eb aparece claramente
después del registro del fin de k'atun 8.17.0.0.0 presidido por "Zarpa de
Jaguar." En la Estela 31, el protagonista es Siyah K'ak' y una segunda
oración nombra a "Zarpa de Jaguar" como sujeto de la misma. La
inscripción parece decir que el mismo día en que llegó Siyah K'ak', el rey de
Tikal murió. Resultaría difícil no considerar que la muerte de Zarpa de Jaguar
haya podido ser el resultado de un episodio de agresión y señal de un gran
cambio político”[7].

En la propuesta inicial, se
propuso que Teotihuacan controló los centros mayas de este periodo a través de
la guerra y del dominio político, pero sobre todo mediante las influencias
culturales y el acceso a una serie de recursos naturales, como el cacao, que
eran mercancías básicas dentro de las redes comerciales. Por lo tanto, la cultura maya absorbió la influencia
teotihuacana y continuó su propio desarrollo. Con la presencia de las
evidencias encontradas en Tikal y en Kaminaljuyú, en algunos edificios y
estelas, se sugirió que había actividades bélicas entre teotihuacanos y mayas.
En
el caso la influencia Copan con Teotihuacan. Se encuentra Yax K’uk’ Mo’[8],
considerado el padre fundador de la
dinastía del clásico en Copan, tiene un origen un tanto enigmático aunque
algunos descubrimientos apuntan a un probable origen teotihuacano[9]. Sin embargo, los modernos
análisis de isótopos estroncio de los restos humanos recuperados de la tumba
que se le atribuyen indican que K'inich Yax K'uk 'Mo' pasó sus años de
formación mucho más cerca de Copán, en Tikal, y él mismo no habría vivido en Teotihuacan[10]. Hay un retrato de Yax
K’uk’ Mo’ encontrado en el interior del templo 16 se muestra con anteojos, que
eran propios de Tláloc. En el mismo
edificio se hizo el descubrimiento de su
tumba en una construcción llamada Hunal, donde encontraron sus restos mismo que
se sometieron a un análisis químico y sus huesos no muestran ningún signo
químico de los nativos de Copan[11].
En el entierro se encontró
una cerámica teotihuacana, donde se piensa muestra a Yax K’uk’ Mo’ personificado
como su santuario conmemorativo. También
otro cosa que ha llevado a los estudiosos a pensar que se trataba de un
teotihuacana es que la fecha más antigua donde es mencionado, 416, solo 38 años
después de la llegada Siyaj K’ak’ a Tikal y cuando Teotihuacan tenía más
influencia en el Peten. Copan vivió un suceso poco agradable en abril de 738,
el rey de Copan fue capturado por K’ak’ Tiliw Chan Yoaat rey de Quiriguá y
antiguo vasallo de Copan.
En
el caso de la poderosa ciudad de Palenque. K'uk' Bahlam I, cuyo
nombre glífico combina los símbolos reales del quetzal (k'uk') y del jaguar
(bahlam), se le considera el fundador de la dinastía de Palenque. Si bien en
las inscripciones de Palenque aparecen candidatos más tempranos al título de
fundador, K'uk' Bahlam es el primer personaje de una era que, de manera
razonable, corresponde históricamente con la fundación de otros linajes reales
del período clásico maya. Su título de "Señor de Toktahn" lo asocia
con un sitio desconocido, que parece haber sido la sede original de la
dinastía.
El reinado de K'uk' Bahlam
duró cuatro años y fue contemporáneo en parte con el de Sihyaj Chan K'awiil II
de Tikal, en el punto más alto de la influencia teotihuacana en el área maya.
Existe la posibilidad de que sea el glifo nominal del jefe militar teotihuacano
Sihyaj K'ahk' el que actualmente puede apreciarse en una pilastra del Palacio,
lo que lleva a la inferencia de que Teotihuacan podría haber estado involucrada
en la fundación de la dinastía de Palenque, del mismo modo en que se involucró
en el establecimiento de un nuevo linaje en Tikal.
[1] Braswell, Geoffrey E. (2003).
Braswell, Geoffrey E. (ed.), ed. The Maya and Teotihuacan: Reinterpreting Early
Classic Interaction. Austin: University of Texas Press. ISBN 0-292-70587-5. OCLC 49936017
[2] Stuart,
David. 2000. The “Arrival of Strangers”: Teotihuacan and Tollan in Classic Maya
History. In Mesoamerica’s Classic Heritage: From
Teotihuacan to the Aztecs, ed. by D. Carrasco, L. Jones, and S.
Sessions, pp. 465-514. University Press of Colorado, Boulder.
[3] También escrito Siyaj K'ahk'.
También conocido como Rana Humeante y como K'ak' Sih. Siyaj K'ak' fue un
Kaloomte' (palabra con el aparente significado de "capitán de
guerra") teotihuacano, responsable de entronizar a Yax Nuun Ayiin I como
rey de Tikal en el año 379.
[4] Hay un hecho que marco la
historia de Tikal la llegada de Siyaj K’ak’ “nacido del fuego” el 31 de enero
de 378 D. c. Sabemos que ocho días antes de la entrada a Tikal Siyaj K’ak’
estuvo en El Perú (ciudad maya) a 78 Km. al oeste de Tikal, siendo la vía de
entrada natural de Teotihuacán. El mismo día que llego Siyaj K’ak’, Chak Tok
Ich’aak rey de Tikal murió y así desapareció también todo su linaje.
[5] Schele,
Linda, and David Freidel. A Forest of Kings: The Untold
Story of the Ancient Maya. William Morrow, New York
[6] Uno de los principales
descubrimientos en los últimos años en Tikal es el “marcador” encontrado por
Juan Pedro Laporte. Representa en piedra un estandarte de plumas recortadas
idéntico a otro encontrado en Teotihuacán a excepción de que el de Tikal tiene
un texto en maya, aun encriptado pero hace referencia a la entrada de 378 D. c.
[7]
Stuart op cit.
[8] K'inich
Yax K'uk' Mo es el fundador mítico de la dinastía Yax Kuk Mo que gobernó la
ciudad maya de Copán durante casi cuatro siglos. El propio Yax K’uk Mo’,
gobernó la ciudad sólo durante 11 años.
[9] Martin, Simon; Nikolai Grube
(2000). Chronicle of the Maya Kings and Queens: Deciphering the
Dynasties of the Ancient Maya. London and New York: Thames & Hudson. ISBN 0-500-05103-8.
OCLC 47358325;
[11] Sharer, Robert J.; Loa P. Traxler (2006). The
Ancient Maya (6th, fully revised ed.). Stanford, CA: Stanford University Press. ISBN 0-8047-4817-9.
OCLC 57577446
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