Los Olmecas en Tula de Allende, Hidalgo

El 11 de abril del 2018, en “Voces del Pasado”, que se presenta los miércoles en “Buenos días” en Radio 89.3 "La voz de los atlantes", conducido por Rocio Tirado y Fili Martínez, se trató el tema de la cultura madre: los Olmecas. La pregunta que nos hicieron fue. La pregunta que nos hicieron fue. ¿Por qué los olmecas en Tula?, ¿Qué no fueron los toltecas, los únicos?  En el trascurso de la plática resaltamos quienes eran los olmecas, el pueblo del hule, que dominaron una región del área del Golfo de Mexico, desde Veracruz hasta Tabasco, conocida esta área como la zona nuclear o metropolitana.  

Su origen fue abordado por arqueólogos ingleses, quienes, durante varios recorridos y excavaciones en áreas de la costa de Chiapas y Guatemala, identificaron una cultura arqueológica mas antiguas, que llamaron Proto-olmeca, después por Thomas Lee y Gareth Lowe, fue bautizado como Mocayas.  Su origen proviene de Colombia- Ecuador que a través de la Costa llegaron hasta Guatemala, Chiapas y Oaxaca; a través del Soconusco llegaron hacia la Cuenca del Rio Grijalva y se asentaron en los márgenes de los ríos, en zonas de llanuras.

 

Los arqueólogos han fechado estos hallazgos desde el 2200 al 1350 a..C, siendo el antecedes de las sociedades aldeanas y el surgimiento de la cerámica con formas de vasijas de cuencos y cajetes, en su mayoría para almacenar o usarlos para el consumo de alimentos.  Después del 1350 a.C., los olmecas fundan importantes ciudades como San Lorenzo, Tres Zapotes, La Venta, entre otras. Su expansión comienza hacia tierras del Altiplano Central (Puebla, Tlaxcala, Distrito Federal, Estado de Mexico, Toluca e Hidalgo), rebasando fronteras hasta llegar a Morelos, Guerrero, Oaxaca y parte de Michoacán. 

Su legado quedo plasmado en esculturas monumentales como fueron las cabezas colosales, tumbas, estelas, entre otros, y de escultura menor talladas en jade y serpentina como las hachas y máscaras.  Los olmecas se convirtieron en la cultura madre, donde otras retomaron la planeación y orientación de sus ciudades, técnicas agrícolas, el uso del cero, la escritura, y algunas deidades relacionadas con la tierra y el cielo surgiendo el concepto de fertilidad. Para sustentarse como la cultura madre también se comenzó a crear un mito sobre su origen, que se trasmitió a través de una iconografía donde se resalta los ojos, comisura de los labios, hendidura de la cabeza y otros rasgos faciales o corporales donde el hombre es el descendiente del jaguar.  

En Tula de Allende, Hidalgo, no se tenía el reporte de la presencia olmeca, fue a través de diversos rescates arqueológicos en el área de Farmacias del Ahorro, Paseo Quetzalcoatl, Callejón Jimenez y la esquina de Hidalgo y Zaragoza que se comenzaron a descubrir fragmentos de cerámica, que correspondían a la temporalidad y estilo olmeca.  El principal hallazgo fue realizado en el 2007, en el entronque de callejón Jimenez y de la Avenida Zaragoza, por años, la gente paso sobre la banqueta sin percatarse, que debajo de esta, a menos de diez centímetros, se encontraba un entierro humano con deformación anular, que tenía dos vasijas de estilo olmeca, las cuales después de ser recuperadas por su afectación debido a los trabajos de excavación para introducir drenaje, se logró identificar que estos hallazgos son prueba de esta presencia olmeca.  

 

En la calle del Paseo Quetzalcoatl, también se hicieron otros hallazgos contemporáneos de esta cultura, logrando establecer un área de distribución del asentamiento temprano que abarca la parte central del centro de Tula de Allende. La importancia de dar a conocer este tipo de información, es para resaltar que, en el área Tula- Tepeji, hay antecedentes de otras culturas arqueológicas a los toltecas, que no se habían identificado y que a la luz de los datos arqueológicos plantea una nueva historia cultural de la región.  Es por esto, que se debe reconocer a los organismos municipales, estatales y federales que se integran a la investigación, conservacion y difusión del patrimonio arqueologico, ya que es fundamental para saber la historia y poder reconstruir la identidad de aquellos que viven donde se hacen estos importantes hallazgos.