En las grandes obras del siglo XVI como la Historia General de las Cosas de Nueva España de Bernardino de Sahagún; la llamada Crónica X, a través de las obras de Diego Durán y Hernando Alvarado Tezozómoc; los Anales de Cuauhtitlan; el Codex telleriamus-remensis; y la Historia de los Mexicanos por sus Pinturas. Se hace la narración de la llegada de los españoles y sus aliados a la ciudad de Mexico Tenochtitlan y las batallas que se suscitaron hasta la rendición de Cuauhtémoc el 13 de agosto de 1521 (calendario Juliano); 2 Xócol Huetzi, del año 3 Casa según el calendario solar mexica.
En una obra de Antonio Aimi, “La «Verdadera» Visión De Los Vencidos: La conquista de México en las fuentes aztecas”, una publicación de la Universidad de Alicante. El autor hace un exhaustivo análisis de las fuentes para esclarecer los presuntos «hechos» de la historia de los acontecimientos de la caída de Tenochtitlan. Lo que pudo comprobar es que la historia oficial e incluso a las mismas autocensuras de los vencidos podría ser crear una obra contemporánea en el siglo XVI, para legitimar el poder de los vencidos. ¿Cuál fue la realidad en los últimos momentos de la conquista en México Tenochtitlan?
En el pensamiento mexica la muerte se concibe de una forma diferente a la europea, no es ir al cielo o al infierno, en la religión politeísta de los mexicas lo dictaba la forma y las circunstancias en que morías. De acuerdo a Sahagún Fray Bernardino en su escrito Historia General de las Cosas de Nueva España, existían diferentes paraísos donde reinaban dioses que tenían relación con la manera de morir, en el caso de los guerreros, lo que fallecían en batalla, podrían llegar al cielo, donde su cuerpo podría previamente ser incinerado, ya que había logrado a acompañar a Tonatiuh, el sol, desde el amanecer hasta su cenit, entonando cantos y bailando con el corazón inflamado de alegría.
La caída de Tenochtitlan, por lo tanto, no resultaba una derrota, sino se asocia al símbolo de la guerra y el sacrificio, según Antonio Aimi: “Esto podría significar que ahora toca al pueblo de Huitzilopochtli pagar el tributo de sangre para impedir la conflagración del universo o que justo la falta de un adecuado número de sacrificios es la causa que provoca el fin del mundo mexica”. Los españoles no comprendieron este mensaje, donde el rey Cuauhtémoc, se somete a los designios divinos de ofrecer su cuerpo al sacrificio para poder también, el acompañar al sol. la caída de la capital azteca representa el final del ciclo de los mexicas, que ya había comenzado mucho tiempo atrás con la de Tollan el final del ciclo de los toltecas[1]; se convierten en presagios que son cíclicos que indican que los supuestos vencedores, también sufrirán las mismas consecuencias.
Lo interesante con esta fecha 13 de agosto es que no solo se ha convertido en el triunfo del pueblo mexica en poder acompañar el sol, sino también es el día cuando el sol se oculta alienado con la fachada de la Pirámide del Sol en el poniente. Porque los mexicas no hacer lo mismo este día, acompañar al sol hacia su ocultamiento, para iniciar una nueva vida.
En los españoles, quizás con un pensamiento diferente, todavía incomprensible del porque se auto sacrifican los mexicas con sus armas, se proclamaron vencedores, lo que llevo a Fray Bernardino escribir: “Prendiese Guatemuz y sus capitanes en 13 de agosto, á hora de vísperas, día del señor San Hipólito, año de 1521 […] llovió y tronó y relampagueó aquella noche, y hasta medianoche mucho más que otras veces” (Díaz, 1947: 196)[2]. Su interpretación con estas palabras, es que el pueblo mexica estaba triste de su derrota, por eso llovía, en el cielo de México Tenochtitlan se lloraba; pero la realidad era otra.
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