En México, el mariachi es considerado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad desde 2011. La Ley General de Cultura y Derechos culturales, en su artículo 18 contempla: “impulsar el estudio, protección, preservación y administración del patrimonio cultural inmaterial de las entidades federativas, municipios y alcaldías de la Ciudad de México”.
Que lamentablemente, por falta de organización o formación de asociaciones o colectivos, los mariachis no ejercen un derecho, continuando laborando de forma informal, sin con prestaciones sociales o de seguridad social. Donde en tiempo de pandemia por el Coronavirus Covid-19, el mariachi, está expuestos al contagio.
Desde la cuarentena, los mariachis fueron los más afectados; el confinamiento por distanciamiento social obligó a suspender las actividades que se tenían programadas. Después de la cuarentena, a pesar de los semáforos y la crisis económica que pasaban algunos mariachis los obligo a laborar para mantener a sus familias.
No todos los mariachis creían en el Coronavirus Covid-19, los clásicos mitos que circulaban, originaron que algunos trabajaran de forma clandestina; otros tomaron precauciones solo atendiendo familias, evitando las grandes aglomeraciones y con sana distancia.
El problema es que los protocolos de seguridad se olvidaban en el calor de la fiesta y terminado compartiendo la comida que se ofrecía, los instrumentos musicales, los moños y sombreros. Lamentablemente algunos, no estaban protegidos y el resultado por desconocimiento era la propagación del contagio. Desafortunadamente, hay también dudas de la existencia del Coronavirus Covid-19, por algunas familias que contratan al mariachi, que quieren tenerlo para que armonicen sus fiestas de bodas, cumpleaños y actos diversos entre estos hasta acompañamiento en el panteón con el difunto que presuntamente falleció del coronavirus.
La situación del mariachi es muy precaria en cuanto al impulso de propuestas concretas para la protección y apoyo de las personas que ejercen la profesión y para los que se encuentran con el virus. En esta situación, algunos se han quejado con las autoridades para manifestar su inconformidad por la contingencia sanitaria, debido a que consideran no los dejan trabajar, y los afecta en sus ingresos.
En Hidalgo, se desconoce el número total de mariachis que laboran en cada municipio, hoy por la contingencia han buscado otras fuentes de trabajo menos retribuirles. En esta deserción son los jóvenes quienes han dejado de ejercer como mariachi, ya que tienen mayores oportunidades en otras labores; pero los que pertenecen a la tercera edad o que son mariachis por herencia, son quienes sufren las consecuencias.
El mariachi puede ser salvado mediante un colectivo, para poder obtener donaciones y resaltar que es un patrimonio inmaterial de la humanidad. Es necesario que se formalicen los protocolos de protección, sanitación y seguridad ante el Coronavirus Covid-19. Se puede trabajar en sana distancia y evitar que se propague más el virus. Además de que los municipios mediante un padrón puedan favorecer con apoyos económicos a los mariachis que no pueden ejercer su labor por la pandemia o que se les presente la ayuda sanitaria que requieran.
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